Dispraxia. Un trastorno frecuente y poco diagnosticado

Cada vez son más frecuentes las consultas de niños relacionadas con la mala letra, los errores de ortografía o de cálculo (olvidar las portadas…), no saber hacer una operación matemática que hace un rato hacía bien, la dificultad para recordar los hábitos de la vida cotidiana…

Después de la entrevista con los padres y de la exploración neurosensopsicomotriz, en la mayoría de los casos se llega al diagnóstico de Dispraxia. Entidad poco conocida entre los especialistas en el desarrollo infantil y todavía menos, como es lógico, entre los padres.
En la Dispraxia se observa una baja organización del movimiento. La forma más severa se manifiesta, según las últimas estadísticas, en el 6% de los niños de 5 a 11 años. No se tienen cifras de las leves.

Se aprecia durante la ejecución de los movimientos gruesos (subir escaleras, bicicleta, pelota…), en los manuales (escritura, dibujo…), visuales (saltos de líneas al leer, copiar mal de la pizarra…), verbales (ciertas disartrias…), y la que se denomina ideatoria (no ejecutar con orden tareas de varios pasos, ponerse la ropa con secuencia equivocada…).

Los niños afectados de este trastorno tienen que esforzarse mucho para hacer las tareas vinculadas con el movimiento, el resto de niños las hacen de forma automática, sin cesar mención y con plena eficacia. Mientras que ellos tienen que esforzarse mucho, además al ver su bajo nivel ejecutivo, se desmotivan y evitan estas tareas, salen del paso, no ponen interés…

Con demasiada frecuencia se los clasifica de gandules, distraídos, de no querer esforzarse, de tener baja atención… Los niños con este trastorno lo pasan muy mal en la escuela, se los exige los mismos rendimientos que a los otros, en el mismo tiempo. Tienen buena capacidad perceptiva e intelectual, pero plasman sus conocimientos con mucha dificultad, invierten más tiempo para escribir correctamente, no se los entiende la letra si lo hacen rápido, cambian el signo o el significado de las operaciones matemáticas, olvidan las portadas, no mecanizan la sistemática del cálculo, presentan muchos errores en la ortografía…

La Dispraxia tiene solución en la mayoría de los casos. El tratamiento es más efectivo cuánto antes se inicie. Está basado en la reorganización neurofuncional.

No hay tratamiento médico para resolver este trastorno.

 

Dr. JORGE CATALÁN BALAGUER
c/ Avenir, 8 08006 Barcelona
T.: 93 416 14 49

www.catalanbalaguer.com

 

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